Jacques Briochin: Liquide Vaisselle & Main au Vinaigre (Detergente lavavajillas)

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¿Tu jabón para los platos puede con la suavidad de tus manos y no puede con la suciedad de tu vajilla?

Olvídate de eso con el jabón para vajilla con vinagre de Briochin. Limpia tus platos, vasos, cubiertos, etc. y además cuidad de tus manos como pocos otros.

Los resultados son increíbles gracias a su elaboración con vinagre que arrastra y elimina todos los restos de suciedad aportando, además, un brillo increíble.

Enriquecido con glicerina que dejará tus manos suaves y cuidadas.

¿Alguna cosa más? ¡Ah sí! Su aroma. Huele a dulce a frambuesa, una auténtica delicia.

**Este producto no está disponible para enviar fuera de la Península**

Esta es una foto de Olivia Cuidados S.L. No está permitido su uso. Todos los derechos reservados.

Una dosis suficiente para platos sucios y dos dosis para platos muy sucios. Para ahorrar agua y energía mientras se lava de manera eficiente, sumerge los platos en vez de lavar con el grifo abierto, y recuerda que un lavado eficiente no requiere una gran cantidad de espuma.

Dispensador de 500ml. o Bolsa recarga 500ml.

5-15%: Agents de surface anioniques, agents de surface amphotères; <5%: Agents de surface non anioniques, parfum, eau; alcool, glycerine, vinaigre, dénaturant.

Vajilla limpia y manos suaves con este jabón lavavajillas que elimina toda la suciedad de tus platos gracias al vinagre y que cuida de tus manos y su suavidad gracias a la glicerina. 

Un pequeño truquito: si no tienes quitamanchas a mano, reemplázalo con este lavavajillas. Cubre la mancha, frota la prenda y directamente a la lavadora, con ciclo de lavado habitual. ¡Tachán!

Corría el año 1919 por la Bretaña francesa cuando Renald Raoul, un comerciante de ceras, estrenaba título de padre y creaba la marca Le Briochin. Su hijo, Jacques Briochin, fue llamado así como los habitantes de Saint-Brieuc en Cotes d'Armor, donde viven y fabrican los productos.

En su taller, Renald Raoul creaba detergentes y productos de limpieza para profesionales: pintores, mecánicos, artesanos, etc. Algún tiempo después, el boca a boca les ayudó y sus productos superaron la frontera Bretona, reconocidos como los productos más efectivos.

Comenzando los años 90 y en respuesta a las peticiones de los clientes particulares, ampliaron su rango al público general. Fue entonces cuando el negocio Le Briochin pasó a llamarse Jacques Briochin. Los empresarios visionarios tuvieron entonces una idea: ¿qué pasaría si Jacques Briochin acompañara a los hombres y mujeres en sus hogares? Para ello, había que estar presente en hipermercados y supermercados. ¡Y lo hicieron!

Gracias a la lealtad de los consumidores, la familia se expandió. Ahora se compone de más de una veintena de productos que respetan y mantienen impecables todas las superficies y habitaciones de nuestras casas. Desde su comienzo ofrecen productos de alta calidad que demuestran su savoire-faire y su gran tradición en el negocio familiar, en el que ya llevan varios siglos de la historia francesa.